Fin a la vida eterna de los partidos chiquitos..

jueves, 10 de julio de 2008

La Suprema Corte de Justicia de la Nación eliminó el párrafo 5 del artículo 96 del Cofipe, que permitía la transferencia de votos a los partidos pequeños dentro de una coalición, para cumplir con el dos por ciento de sufragios requeridos para conservar su registro

Según el ministro José de Jesús Gudiño Pelayo “independientemente de que las coaliciones no están previstas en la Constitución, la transferencia violaría la voluntad expresa de un elector… no es razonable que a un partido que no alcanza los votos suficientes por sí mismo para mantener su registro, se le dé una especie de transfusión de votos para mantenerlo en vida. Sería muy piadoso, pero no constitucional”

Cuando me enteré que la Suprema Corte estaba por revisar el Artículo 96 no niego que me dio gusto. A pesar de existir puntos de coincidencia entre diferentes partidos, jamás he creído posible una alianza entre dos o más, al menos no una alianza donde se unan intereses y se vaya tras un fin común. Existen diferencias irreconciliables entre las diferentes opciones políticas, diferencias que les dan una razón de ser, es decir, en caso de existir muchos puntos en común de nada serviría tener tantas opciones.

La búsqueda de ese anhelado 2% del electorado decepcionó a muchos “verdes” en el 2006, cuando su candidato Bernardo de la Garza se unió al nada creíble Roberto Madrazo, y aunque este último logró un nada honroso tercer lugar en la carrera presidencial, el Verde pudo pedirle prestado el 1% con el que conservó el registro.

Pero ahora las cosas cambiaron: ya no existirán los “préstamos” entre los partidos grandes y los pequeños. Por aquí dicen que es regresar al pasado, donde sólo había una opción que siempre se mantenía en el poder. Yo creo firmemente que es un paso adelante, ya que ese porcentaje mínimo les hacía obtener dinero de parte del IFE, recursos que no eran bien utilizados a juzgar por los resultados. Y no, no hablo de que hagan campañas rimbombantes, con spots en cadena nacional (bien hechos) y giras políticas en todo el país, me refiero a que tan sólo dejen de ser partidos “familiares” y armen un buen proyecto donde quede claro el porqué los ciudadanos deben elegir por ellos.

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación me parece de lo más acertada y justa. Si un partido apenas sobrepasa el 1% (en un país donde el abstencionismo siempre gana las elecciones eso es una cantidad irrisoria), significa que no hay aceptación de parte del electorado, que sus ideas (si es que las hay) no convencieron y el proyecto de gobierno que proponen no cumplió con las expectativas.

Habrá que ver en qué resulta la reforma, bien sea en resultados positivos donde los partidos pequeños se replanteen sus políticas internas y proyecto de nación, o termine como lo auguran las malas lenguas: amputando el derecho a elegir y creando monopolios políticos.

 
¿México? si, México.. - by Templates para novo blogger