lunes, 18 de febrero de 2008
Más chicos murieron en Estados Unidos la semana pasada, víctimas de un tiroteo en una universidad pública. Lo más interesante es que ya no nos sorprende, la noticia se agotó en unos días y se le dio vuelta a la página. Obviamente no hablo de que las autoridades le dieron "carpetazo" (lo que sucedería en México al cabo de unos meses), lógicamente se abocarán a buscar al menos las razones que tuvo Stephen Kazmierczak para actuar de manera tan reprobable. Al decir que la noticia se agotó rápidamente me refiero sólo a los medios masivos en México, que el fin de semana se agarraron de la nacionalidad mexicana de una de las víctimas para poder mantener vigente el caso.
Me parece deprimente que situaciones como esa sean cada día más comunes y dejen de movernos a la reflexión. Ni siquiera hubo comentarios sobre la influencia de tal música o tal película, algo de lo que fue víctima Marilyn Manson en pasadas ocasiones de resultados similares. No, hoy nos conformamos con ver en la televisión las cruces en la nieve con florecitas, la foto de la joven mexicana que murió en el tiroteo, leer que el culpable era un estudiante destacado... en fin, datos o imágenes que no hacen ningún ruido que nos mueva a buscar razones válidas y por ende, soluciones al conflicto.
Yo tengo varias hipótesis al respecto (no en cuanto al desgaste de la información, sino a lo que está causando la constante violencia en las universidades):
1.- Existe nula integración entre la mayoría de los estudiantes universitarios de Estados Unidos. Es cierto, hay fraternidades, están abiertas a muchas culturas, tienen una apertura indiscutible. Sin embargo, todo lo anterior no garantiza que "x" como estudiante se sienta en plena confianza con "y". La cultura de desapego, los constantes conflictos raciales y el egocentrismo estadounidense aunado a la inferioridad de estudiantyes extranjeros, hace que la convivencia sea fraterna, mas no "integral". Cada persona pertenece a una cultura, domina un idioma y se sabe diferente; un día cualquiera alguien explota y la mejor manera de hacerse notar es tomando un arma y liquidando a quien tiene enfrente. Tal vez planeado, tal vez no, pero es una situación de rebeldía que demuestra lo poco que el "otro" importa para los demás... capitalismo en su esplendor.
2.- La desintegración familiar, donde no hay un modelo de familia que guíe a los jóvenes sobre las maneras en las que debe convivir con sus semejantes. Si los padres de familia jamás se toman la molestia de sentarse en la mesa y charlar durante la comida, difícilmente un chico buscará a una chica para charlar (el sexo es más divertido). Esa es la realidad no sólo en el país vecino. No pretendo ser moralista o defensora de las buenas maneras y todas esas tonterías que sólo asfixiaron a la sociedad por mucho tiempo, no, lo que quiero exponer es la falta de cuidado que los padres de familia le otorgan a sus hijos con la excusa de la escasez de tiempo; si no hay tiempo no deberíamos tener hijos, el amor no se puede expresar a través de una nana o comida de micro.
3.- El mundo está de cabeza y no tarda en llegar el fin del mundo. Terminaremos por matarnos unos a otros seguramente, y bueno, alabaremos a todos aquellos que se atreven a liquidar a otros sin el menor remordimiento.
(Olviden el 3, creo que me pasé de pesimista)
Independientemente de quien sea el responsable, creo que todos tenemos un poco (o un mucho) de culpa y al mismo tiempo, deberíamos estar preocupados por lo que nos depara y lo que les espera a los hijos que vendrán a un mundo que no estamos cuidando como debemos. Es cierto, no podemos cambiar solos la relaidad social en la que estamos inmersos, pero si al menos cocináramos hoy y habláramos con nuestros padres/hijos, estaríamos intentando hacer más felices a los otros y nos enteraríamos de lo que pasa por su cabeza y si tienen planes de llevar una pistola a clase y matar a sus compañeros.
