martes, 25 de marzo de 2008
No hay mucho qué decir: los perredistas (para variar) siguen peleando en sus elecciones internas y exigiendo cuentas claras (¿qué no son de los mismos?); el gobernador de mi Estado, Coahuila, se reincorpora por fin a su trabajo luego de estar de luto por la muerte de su hija recién nacida (si, hija de su matrimonio celebrado a fines del 2007, creo que si hago cuentas fue un matrimonio por obligación); mataron hace unos días al Doctor en Historia Conrado Hernández, a quien tuve el placer de ver (ahora sí que "en vivo") en noviembre del año pasado en una de las conferencias que organizamos para un festejo local; hay manifestaciones tibetanas en China por los juegos olímpicos (pobres tibetanos, ¿ya vieron el trato que les dan los policías chinos?, casi igual que el de los granaderos cuando desalojan un predio)... en fin, lo único lindo es que mi trabajo está más tranquilo y tuve un acercamiento más o menos fructífero con mi "amor pend..." como diría Cinthia. ¿Tan mal estamos como para no sentir interés de ahondar en cosas serias?
Ufff... hasta la próxima.
